El arte gótico.

El Gótico.

 El nacimiento del gótico.

A mediados del siglo XII, el arte gótico produce en la Isla de Francia, en Paris sus primeras obras, entre ellas la Iglesia de Saint-Denis que se concluye en1144. El nuevo arte europeo fue el resultado del desarrollo urbano y de la burguesía. El principal exponente de este estilo fue la catedral que se considera la manifestación plástica perfecta de cuanto hay en espiritualidad en la Edad Media. Pero con

la catedral se inician otras construcciones monumentales urbanas como los mercados y palacios. Desde Francia se extiende a toda Europa occidental. Durante los siglos XII, XIII y XIV las catedrales eran la señal del orgullo de las ciudades. Desplaza al románico.

La arquitectura gótica.

La arquitectura gótica supuso una revolución técnica al combinar la bóveda de crucería con el uso del arbotante. Esto convierte a este estilo en una estructura dinámica, los muros se elevan y los vanos se multiplican a través de grandes vidrieras. Triunfa la línea vertical, la luz y la armonía.

La bóveda de crucería.

Se resuelve por la conjunción de seis arcos apuntados. Dos de ellos, llamados cruceros u ojivos, se cruzan en diagonal. Se forma así el esqueleto de los nervios. El espacio entre los nervios se rellena con materiales ligeros. La clave es la dovela central que la cierra. Las tensiones de la bóveda de crucería se resuelven  en el exterior con arbotantes y contrafuertes. En el interior tenemos pilares. Los nervios de la bóveda se prologan en columnillas adosadas a lo largo de los fustes de los pilares, hasta el suelo. Los muros no soportan la cubierta, de manera que en sus paredes se pueden abrir grandes ventanales. El muro también se aligera en el alzado interior de la iglesia, con arcadas, triforios y claristorios y en las fachadas con el gran ventanal circular denominado rosetón.

Alzado interior.

Sigue el lineamiento del románico; arcadas que conducen a las naves laterales, un triforio que es un pasaje estrecho con arcos que sustituye a la tribuna romana y el claristorio que es el cuerpo de ventanales.

La catedral gótica.

La idea del Gótico era el sentido ascensional de todas las formas, gran luminosidad interior con el objetivo de acercarse a Dios desde una perspectiva más humana.

Exterior.

El objetivo era contrarrestar el peso de las bóvedas con el uso de contrafuertes y arbotantes que son arcos externos en diagonal que llevan el empuje de la bóveda del contrafuerte interior al contrafuerte exterior.. Los elementos arquitectónicos son las torres, capiteles que son los remates piramidales, pináculos, etc., usados para acentuar la altura de la construcción. Se desmaterializa con los rosetones y la fachada esta flanqueada por dos torres.

Planta

La cabecera se agranda, los brazos del transepto se acortan y toma protagonismo el deambulatorio también llamado girola que está rodeado de capillas radiales. La planta es muy similar a la románica con tres o cinco naves longitudinales y cabecera con transepto, presbiterio y el remate en el ábside o deambulatorio con capillas radiales. La nave central en mucho más lata que las naves laterales.

La escultura gótica

La imagen se separa del miedo a Dios justiciero y de todos los miedos apocalípticos: el mundo terrenal es el reflejo de la grandeza de un Dios de amor y con misericordia. Por lo tanto se humanizan las figuras, se desarrolla el naturalismo en todos los gestos y expresión de los rostros. El cuerpo se plasma debajo de las túnicas. El sentido narrativo le da importancia a la Virgen como mujer joven y madre. Del mismo modo Cristo se representa joven y en la cruz.. El camino hacia Dios se hace a través del martirio de los santos.. También hay una iconografía profana que era financiad por la realeza, la burguesía  y las iglesias urbanas.

En los siglos XII y XIII se produce una escultura monumental concentrada en las portadas pero independientes de la arquitectura. Se realizan retablos, sepulcros monumentales, sillerias del coro , esculturas de bulto.

Solo para uso educativo.

Ver

Arquitectura, toda la historia. Blume. Pp. 148 y Ss.