viernes, 28 de julio de 2017

Historia del cine en el siglo XX De los años sesenta a los años noventa. Ficha 12.



A finales de los años 50 renace el cine europeo con películas más poéticas, más personales y más comprometidas. En Italia: Federico Fellini, Antonioni, Bertolucci, en Francia La Nouvelle Vague con Truffaut y Goddard y en Suecia Ingmar Bergman siendo la película representativa “ El Septimo Sello”  de 1956.


"Agrupados en torno a la revista Cahiers du Cinéma, un grupo de jóvenes intelectuales, impetuosos y con un gran amor por el cine, se enfrenta al cine francés imperante de fuerte carga literaria. Desde esta revista, critican lo que consideran una fuerte sumisión del cine francés a la literatura, rechazan la dominación ejercida por los productores sobre la obra cinematográfica y reivindican la figura del autor como primera y más importante entidad creadora del film.


Admiradores de Hitchcock, de Ford y de tantos otros directores, estos jóvenes proclaman la grandeza del cine americano, del que destacan el carácter “anti-intelectual” de sus westerns y de sus musicales. Pero frente a la rígida organización de los estudios de Hollywood, estos jóvenes plantean nuevos métodos de producción, con presupuestos muy reducidos, que les permiten acceder a la industria por sus propios medios.

En los años cuarenta, el cine francés contaba con dos tipos de cinenastas y obras, según la crítica vertida en Cahiers de Cinema: los directores del cine de qualité, que los críticos despreciaban en ese momento, y los autores más personales e incluso marginales (caso de Jean RenoirJacques TatiMax OphülsMelville…), que sí tendrían el respeto de los cineastas de la Nouvelle Vague. Por otra parte, el cine francés tampoco experimentaba en esos momentos una renovación estética, como sucedía con el neorrealismo en Italia, así que empieza a sentirse una necesidad de cambio.
A esta situación se suman otra serie de factores que tienen que ver con la aparición, a finales de los 50, de la Nouvelle Vague" Ver ( https://cinecam.wordpress.com/historia-del-cine/los-nuevos-cines/nouvelle-vague/)





En los sesenta, se cine se acerca a una audiencia más joven y liberada, y se hace  eco de escándalos como Watergate, la Guerra de Vietnam. Hay grandes superproducciones y musicales. La nueva generación de actores: Paul Newman, Robert Redford, Robert De Niro, Jane Fonda, Maryl Streep. Los ochenta regresan a los mitos norteamericanos, surgen sagas como la Guerra de la Galaxias en 1977 de George Lucas y “ Encuentros cercanos del tercer tipo” en 1977 o “ET” de Steven Spielberg

Todos los hombres del Presidente:





Todos los hombres del presidente (All the President's Men) es una película estadounidense de 1976 dirigida por Alan J. Pakula. Protagonizada por Robert RedfordDustin HoffmanJack WardenJason RobardsMartin BalsamHal Holbrook y Jane Alexanderen los papeles principales.
Basada en el libro homónimo de Bob Woodward y Carl Bernstein, publicado en 1974, que relata la historia de la investigación periodística que condujo al famoso escándalo de "Watergate", que obligó a Richard Nixon a dimitir como presidente de los Estados Unidos.
En 2010 fue incluida entre los filmes que preserva el National Film Registry (Registro Nacional de Filmes) de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos, por ser considerada «cultural, histórica, o estéticamente significativa»,
Apocalypse Now:







Es una película bélica dirigida y producida por Francis Ford Coppola en 1979. El guion está basado en El corazón de las tinieblas (Heart of Darkness), una novela breve de Joseph Conrad ambientada en el África de finales del siglo XIX, aunque trasladando la acción a la Guerra de Vietnam. Tuvo también influencia de la película de Werner Herzog Aguirre, der Zorn Gottes (1972).
La película ganó dos Óscar, a la mejor fotografía y al mejor sonido, y obtuvo seis candidaturas, al mejor director, a la mejor película, al mejor actor de reparto (Robert Duvall), al mejor guion adaptado, a la mejor dirección artística y al mejor montaje. También fue merecedora de la Palma de Oro del Festival de Cannes de 1979.
En el año 2000, la película fue considerada «cultural, histórica y estéticamente significativa» por la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos y seleccionada para su preservación en el National Film Registry. Ver : ( https://es.wikipedia.org/wiki/Apocalypse_Now )

Cine de episodios  históricos.
En este periodo se deja de lado el simbolismo social y se enfoca hacia el enfoque directo de episodios históricos con enfoques políticos trataremos tres:







Sacco y Vanzetti 1971 lleva al cine el proceso judicial y la condena a muerte de los dos anarquistas en Estados Unidos de los años veinte, y demuestra como una escandalosa utilización de las estructuras judiciales para perseguir una ideología que se consideraba peligrosa.








El caso Matteotti de 1973 muestra el asesinato del secretario del Partido Socialista por inspiración de Mussolini cuando Matteotti  denuncia el fraude en las elecciones de 1924, acá muestra la corrupción del Fascismo y sus procedimientos violentos.

Z 1968 y ganó el Oscar de 1969, filme político de Costa-Gavras que luego derivó hacia películas comerciales de dudosa  autenticidad.




En los noventa el cine norteamericano  sufre una gran crisis de ideas. Las nuevas tecnologías desarrollan una gran revolución en las técnicas de producción, pero más que nunca el debate es la categoría de arte de estas producciones. Como última reflexión el cine ofrece a los historiadores un conjunto de reflexiones y documentos preciosos para el conocimiento de nuestra época.

Ver:
Artis. Vicens Vives

Arterama.

jueves, 27 de julio de 2017

Historia del Cine en el siglo XX. El Cine en color. Ficha 11



En 1935 llega a la pantalla el primer filme en color, La feria de las vanidades, de Rouben Momoulian. Rouben Mamoulian nació en Tbilisi (Georgia), durante la época del Imperio zarista, en el seno de una familia de armenios. Pasada su primera infancia en París, estudió arte dramático en Moscú; se trasladó luego a Londres en 1922 para empezar su carrera como director de escena, pero no tardó ni un año en trasladarse a América (cerca de Nueva York), para continuar su carrera como director de teatro y también de ópera.
En Broadway, coordinó producciones, como Porgy de DuBose Heyward (1927). En 1929, dirigió, junto con George Gershwin, su célebre obra Porgy and Bess.



‘La Feria de la Vanidad’, una cinta en colores, de la R.K.O., interpretada por Miriam Hopkins, Fedric Harwicke y Frances Dee y dirigida por Rouben Mamoulian.

No es una nueva esta inquietud del cinema por el color. En alguna ocasión hemos escrito que la suerte puramente estética de este arte nuevo - el futuro, para hablar con mayor claridad – está íntimamente unida a la que pueda correr la técnica o, en sentido más general, la ciencia. Depende exactamente su porvenir de las perspectivas del laboratorio. Y esto es así y puede sonar con timbre de extrañeza porque olvidamos con demasiada facilidad que, por primera vez en la historia de la civilización, estamos siendo testigos conscientes del nacimiento de un nuevo medio de expresión. Es más que seguro que los antiguos no se extrañaron tanto ante la evolución de la escritura, pese a que llegó por manera casi milagrosa, como nosotros ante la historia del cinema, historia que no ocupa, en el tiempo, mucho más espacio que la vida de un hombre no de demasiado maduro.
Pero hay que insistir, refiriéndose exclusivamente al color – porque en cuanto al volumen habrá que esperar un rato todavía – en eso de que constituyó una preocupación del cine desde sus primeros tiempos. Apenas nacido, ya fue Meliés quien pretendió conquistárselo, estableciendo aquellos talleres celebérrimos, en los que iluminaban, fotograma a fotograma, figura a figura, línea a línea, aquellas cintas mágicas que recogían pomposas escenas dramáticas. Desde entonces acá, paralelamente al esfuerzo por una superación técnica del arte nuevo – del séptimo arte – corre la labor de un puñado de hombres de laboratorio en busca de una fórmula para dotar a la pantalla de los colores naturales. No es el momento de hacer historia, aunque convendría recordar datos o títulos. Aparte ‘Los crímenes del Museo’, nada, sin embargo, se había presentado que pudiese hacer prever como inmediata una solución al viejo problema.
Un buen día era una cinta corta – corta como los films de Meliés -, ‘La cucaracha’, la que nos hacía pensar en que esa solución no solamente tendría carácter técnico, sino que podría desembocar en un camino netamente estético. Si así ha sido o no, la verdad es que no es el momento de contestarlo definitivamente. Vale más, mucho más, dejar sentado que con ‘Becky Sharp’ el cine cuenta, para el adelante, con una maravillosa perspectiva; tan maravillosa, que es punto menos que imposible predecir ni una sola etapa de sus posibles evoluciones ulteriores.
 
Sin embargo se considera como la primer gran película que uso en forma magistral el color de forma técnica y dramática: “Lo que el viento se llevó” realizada en 1939 y dirigida por Victor Flemimg.




Cada 15 de diciembre se cumple aniversario del estreno de "Lo que el viento se llevó", una de las películas más famosas de la historia del cine y la más taquillera de todos los tiempos, si su recaudación se ajusta a la inflación.
El filme, basado en la novela homónima de Margaret Mitchell, ganadora del premio Pulitzer en 1937, narra la tortuosa historia de amor entre la obstinada sureña Scarlett O'Hara, a quien dio vida Vivien Leigh, y el mujeriego Rhett Butler, interpretado por Clark Gable, en los albores de la Guerra de Secesión estadounidense.

La cinta, que en su momento fue la más cara jamás rodada, introdujo importantes avances en la técnica cinematográfica y logró ocho premios Oscar, entre ellos el de mejor película y el de mejor actriz para la entonces desconocida Vivien Leigh.



El rodaje de "Lo que el viento se llevó" estuvo plagado de contratiempos, pasando la dirección de la película por diversas manos, con cambios constantes de guión y con una complicada relación entre los actores protagonistas. Ver: (http://www.bbc.com/mundo/noticias/2014/12/141212_cultura_cine_viento_se_llevo_75_aniversario_jg)
El Cine de la posguerra.




Una vez culminada la Segunda Guerra Mundial, Europa estaba en una gran crisis económica y comienza a perder terreno con la industria norteamericana. Italia  da origen al cine neorrealista que con ingenio suple la falta de presupuesto. Sus directores serán Roberto Rossellini, Vittorio de Sica con su obra “El ladrón de bicicletas” de 1946 y Lucchino Visconti
El comienzo de las transformaciones decisivas que materializarán los nuevos cines llegará con el Neorrealismo italiano, que tendrá una gran influencia en el resto de los países. Este despertar a la modernidad del cine italiano no detiene la lucha entre esos nuevos cines y Hollywood. Hay, sin embargo, muchos cineastas que empezarán a crear reivindicando la capacidad del cine como producto cultural (en vez de comercial), que sea la expresión de un cineasta, entendido como artista.





Contexto histórico en Italia Ver: (www.ecured.cu/Neorrealismo_italiano )

“En 1945, terminada la guerra, el país tiene que comenzar una reconstrucción, de todo tipo. Es aquí donde surgirá el neorrealismo. El nombre se le dará a finales de los 40. Es un movimiento bastante ecléctico, no hay una definición única, sino que tiene que ver con la aparición de determinados directores y cierto tipo de películas. No será un movimiento que domine toda la producción italiana, también se harán otras películas. Sin embargo el cine hecho bajo los preceptos del Neorrealismo aportará características con las que se identifica al cine italiano de esa época. Su impacto influirá a las demás artes, en especial a la literatura, y a las cinematografías internacionales.

Propuestas éticas del cine neorrealista
En primer lugar propone una nueva mirada a la realidad, (Italia estaba desbastada por la II Guerra mundial) y la depresión económica condicionaba un por ciento altísimo de la situación social que vivía el país en esos años. Esto también condicionará su propio lenguaje. Esta situación económica imponía nuevos modos de producción: las películas surgen en un contexto de miseria y precariedad dentro de esa industria: fuera de los estudios, con pocos recursos.

Se establece una nueva relación entre el artista y la sociedad. Hay un compromiso moral entre los directores y la realidad: el cine puede cambiar las cosas, hay que ayudar a Italia. El cine neorrealista quiere dar testimonio de lo que ocurre en el país, con una posición ética muy clara.

El neorrealismo marcará el cine. Será un modelo para países en los que las dificultades de producción eran muy grandes, cines africanos, parte del cine español.

La estética neorrealista al estar basada en una motivación ética con respecto a la realidad, provocó que dentro de este movimiento existan diferentes posiciones:

Una más realista y católica, cuyo mayor exponente fue Vitorio de Sica.
Otra mucho más politizada, más cercana al marxismo: Luchino Visconti.
Antecedentes cinematográficos
En el surgimiento de este movimiento hay elementos que ya estaban en el cine italiano anterior, y otros que rompen:

Ya en Italia existía un cine realista que trataba de ser popular, un cine rural de los años 30, dramas o comedias, como los de Blassetti ej: Tierra Madre.

También hay una comedia urbana que se centra en los problemas de las clases populares, como las de Camerini. Los primeros trabajos de Rossellini se moverán en ese entorno. Existían además, documentales a veces dramatizados, que exhibían las condiciones de vida de los soldados, en este caso patrocinados por el ejército italiano de la época de Mussolinni: La nave blanca, Un piloto regresa, por citar algunos ejemplos.

La película que sirve de precedente básico para el neorrealismo es una adaptación de la novela El cartero siempre llama dos veces, y se llama Obsesión, de Visconti (1943).

Pero la cinta que supuso el inicio del movimiento fue Roma, ciudad abierta (Roma, città aperta), de Roberto Rossellini (1945). Es una película nacida de la urgencia de testimoniar lo que sucedía en la Roma ocupada por los nazis, cómo el pueblo tenía que vivir en esas condiciones y cómo se gestaban los movimientos de resistencia. Se rodó en escenarios naturales.






Preceptos estéticos del cine neorrealista

Escena de Ladrón de bicicletas. Dir. Vittorio de Sica. Esta película, junto a Roma, ciudad abierta, marcan el inicio del cine neorrealista italiano
La puesta en escena y realización están marcadas por la precariedad técnica, sin estudios. Se recurre fundamentalmente a escenarios naturales: calles, casas, espacios públicos.
El trabajo con la iluminación artificial se reduce al mínimo.
Pocas veces se trabaja con equipos de sonido. Esto permite más movilidad de la cámara. No se recoge sonido directo, sino que está doblado.
El estilo fotográfico es bastante rudo (especialmente en Roma, que es la más precaria).
Se empiezan a ver movimientos de cámara en mano.
Se improvisa, aunque se respetan las normas de continuidad.
Se recurre a actores no profesionales. En ocasión conviven en un mismo proyecto cinematográfico actores profesionales y no profesionales.
No hay una gran elaboración de la caracterización de los personajes, no hay un diseño de producción. Eso le proporciona verismo documental de acercamiento a la realidad, a la vez que más flexibilidad en la puesta en escena.
Punto de vista narrativo: supone una reacción contra los intrincados argumentos del cine de antes de la guerra
Aborda las historias con menos rigor desde el punto de vista causal ( tenían menos en cuenta las reglas del guión). Todas las causas tienen que ver con las condiciones de vida de las personas, y eso los convierte en representantes de la sociedad.
Introduce finales infelices o ambiguos. NO existen los finales felices.
Se renuncia a la omnisciencia de las películas clásicas (no lo sabemos todo ni se nos muestra toda la realidad, sino que sólo vemos fragmentos).
Aunque estas películas del neorrealismo son fundamentalmente dramáticas y no comerciales, sí obtuvieron el favor del público italiano de la época.”
En Estados Unidos varios directores asumen un cine de realismo social que enfrenta temas como la guerra, el racismo y la corrupción pero fueron perseguidos por la política de Caza de Brujas llevada adelante por el Senador Joseph Mac Carthy , Como Elia Kazan.

Años cincuenta: renovarse o morir.
La TV compite ferozmente con el Cine y la imaginación sumada a la tecnología como Cinerama y Cinemascope, el color y el sonido stereo. Se amplía el número de géneros: cine comprometido, cine negro, westerns, musicales rescatamos  “ La ventana indiscreta” de Alfred Hitchcock 



“Cinerama es el nombre comercial para el proceso de filmar con tres cámaras sincronizadas y proyectadas por medio de tres proyectores de 35 mm trabajando en igual sincronía, una imagen panorámica, incrementando su detalle y tamaño, sobre una enorme pantalla de acusada curvatura. El sonido es estereofónico, de siete pistas, y se encuentra grabado sobre una cuarta banda magnética de 35 mm a la vez sincronizada con los proyectores. Fue uno de los varios procesos de este tipo que se iniciaron en la década de los cincuenta, cuando la industria cinematográfica reaccionaba a la competencia que entrañaba la televisión y contó con un gran impacto en la industria fílmica.
El Cinerama presentaba el problema de que la imagen proyectada contenía dos líneas donde se unían los tres paneles que eran difíciles de ocultar, lo cual era una distracción para la audiencia a pesar de la extrema claridad del resto de la imagen.
Las películas en Cinerama tendían a ser documentales de viajes, lo cual era un tema que se prestaba visualmente al sistema. En 1961 y 1962, respectivamente, la Metro Goldwyn Mayer, en asociación con la empresa Cinerama, produjo dos películas de orden dramático en el sistema: El maravilloso mundo de los hermanos Grimm y La conquista del Oeste.
Otras maravillosas aplicaciones fueron la primera gran exhibición llamada "Cinerama" y era la representación documental de la potencia del sistema en sí. Más adelante, tratando de buscar una alternativa al sistema que eliminara sus desafíos técnicos, se empezaron a producir películas en 70mm filmadas con una sola cámara (a veces con una mínima compresión anamórfica) que se publicitaban como Cinerama, pero que no estaban realmente filmadas en el proceso original.
El CinemaScope, en castellano Cinemascopio, es un sistema de filmación caracterizado por el uso de imágenes amplias en las tomas de filmación, logradas al comprimir una imagen normal dentro del cuadro estándar de 35 mm, para luego descomprimirlas durante la proyección logrando una proporción que puede variar entre 2,66 .”


«La ventana indiscreta» era una de las películas favoritas de Hitchcock, como lo ha sido –y aún lo estanto para el público como para los críticos desde que fuera estrenada por Paramount Pictures en 1954.
Para el director representó la extraordinaria oportunidad de tener todo un film visto desde el punto de vista de un personaje y que abarcase un solo y gran plató. En cuanto al público, le dio la oportunidad de hacer algo que muchos habrían querido: Ser los «voyeurs» y espías de sus vecinos.



La película de Alfred Hitchcock «La ventana indiscreta» es una representación de Universal Classics, con James Stewart y Grace Kelly como protagonistas, acompañados por Wendell Carey, Thelma Ritter y Raymond Burr. Producida y dirigida por Alfred Hitchcock, el guión pertenece a John Michael Hayes, basado en el cuento corto de Cornell Woolrich «It Had To Be Murder». Robert Burks fue el director de fotografía.



El argumento es muy sencillo: Un hombre inmovilizado (James Stewart) observa a sus vecinos a través de la ventana de atrás de su apartamento para pasar el tiempo. Se siente fascinado por uno de los departamentos en especial, hasta que lentamente se da cuenta que su propietario ha matado a su mujer. Lo que sigue es cómo el protagonista convence a los demás inquilinos de que ha habido un asesinato, y luego hacer que el asesino sea atrapado, pero no antes de que éste trate de matar otra vez. Sin embargo, en manos de «El maestro», una simple línea argumental se convierte en un cuento humorístico y macabro capaz de jugar con las emociones del espectador con sólo un movimiento de cámara.”


Solo para uso educativo.
Ver Arterama Página 193






viernes, 21 de julio de 2017

Historia del cine en el siglo XX. La llegada del cine sonoro. Ficha 10

Historia del  cine en el siglo XX. La llegada del cine sonoro. Ficha 10

En 1927 la productora Warner Brothers intenta revitalizarse económicamente con una apuesta audaz: El cantor de Jazz, que incluye por primera vez una canción. El éxito fue tan grande que luego todas las productoras incorporaron el sonido a sus películas.
Para un espectador de hoy parece difícil imaginar que el público asistente a las películas mudas no guardara silencio durante las proyecciones, leía rótulos en voz alta e incluso comentaban las escenas. La presencia de un pianista que acompañaba con su música la proyección nos resulta hoy impensable, pero esa era la realidad. El piano vertical o la pianola acompañaban a la pantalla en las salas de cine primigenias. La llegada del cine hablado obligaba a escuchar los diálogos, haciendo de los espectadores personas más reflexivas y exigiendo una concentración que anteriormente no era necesaria. Esto suponía un cambio, puesto que ese tipo de espectador, más culto, más urbanita, lo era del teatro, mientras que el del cine se consideraba vulgar, más rural. Pero también el trabajo tenía que ser diferente, no se podía hablar en el plató durante los rodajes, las primeras cámaras eran muy ruidosas y junto con el operador permanecían encerradas en un enorme cajón insonorizado, hasta que, poco a poco, se fueron perfeccionando. Hábitos de años atrás tenían que ser variados por el nacimiento del sonido. Amén de los avances en las tomas de sonido, tipos de micrófonos, etc.
En su contra jugaban elementos tales como las diferentes condiciones de sonorización que hacían que las películas sonasen de distinta manera en función de la categoría de las salas en las que se proyectaban. El problema de la sincronización de los labios fue endémico del sistema Vitaphone hasta su desaparición en 1930 y era una gran preocupación en un principio la mala relación entre los niveles del diálogo con la música.
El 6 de octubre de 1927 se estrena El cantor de jazz.

El cantor de jazz. Al Jolson en “El cantor de jazz”.
 El éxito que supuso para la Warner como productora esa primera experiencia, animó a la compañía Vitaphone a plantear un nuevo proyecto conjunto. Esta iniciativa se plasmaría al año siguiente con el estreno de El cantor de jazz. Canciones de Al Jolson interpretadas al piano, e incluidas en cuatro segmentos sincronizados, junto con la famosa frase premonitoria “You aint´ heard nothin´ yet” (todavía no has oído nada) han dado renombre a una película que hizo ver a muchos profesionales y al público que el sonido era ya una realidad. Pero es una película muda a todos los efectos, puesto que de sus ochenta y ocho minutos apenas doce están sonorizados, cuatro o cinco canciones.
El Cantor de Jazz. El hijo de un rabino lucha por dedicarse al mundo del espectáculo, en contra de los deseos de su padre, que le insta a seguir su ejemplo. Su madre le apoyará en la decisión. Partiendo de una premisa argumental simple, el peso de la película recae en la atractiva presencia de Al Jolson, un actor muy popular y querido del “stage” norteamericano por aquella época (T.C.).



Pocos años después, por intereses comerciales, el sonido Vitaphone desapareció, pero la revolución del sonoro se había iniciado. El éxito hizo a muchas productoras lanzarse a la aventura del cine hablado.

Se dice que esta película salvó a los hermanos Warner de la quiebra, por su éxito en taquilla y porque Al Jolson había aceptado ciertas concesiones salariales y pospuesto el cobro de sus honorarios. ¿Pero fue realmente un éxito de taquilla? Sin lugar a dudas lo fue, pero no la más taquillera de aquel momento. Permaneció en la gran mayoría de las salas sonorizadas del momento durante varias semanas, con una salvedad: la honestidad de los jefes de salas de cine era más que cuestionable y por lo tanto sus datos tienen una fiabilidad relativa. Cuadraban las cifras a las necesidades de la sala; guardaban los números reales como secretos industriales; llenaban las salas, en ocasiones, con entradas regaladas que podían abonar los propios jefes de sala; cuando la sala estaba llena existía ya en aquel entonces la reventa, lo que contribuía a desvirtuar los verdaderos ingresos.
De acuerdo con los datos suministrados en el capítulo correspondiente de la 
Historia General del Cine de la editorial Cátedra, en sus primeras once semanas la recaudación del filme de la Warner sitúa esta película en la mitad de la totalidad de las catorce mayores salas del momento. Este dato ha de ser considerado de manera relativa y no sirve para medir la popularidad de Al Jolson ni de El cantor de jazz puesto que existían salas bastante mayores en aforo y que, previo a la proyección de la película, tenían un espectáculo en vivo que, en ocasiones, era más importante que la proyección y atraía mayor cantidad de público que el filme por sí mismo.
Finalmente y por ubicar en su contexto esta película, diremos que es coetánea de otras tan importantes y conocidas como AmanecerThe Big ParadeRey de ReyesAlas y que las estrellas de los años veinte, ChaplinValentinoMenjou, abrían paso a personajes como Gary CooperGreta GarboLaurence Olivier, y las inolvidables  Marlenen Dietrich y MaeWest 

El cine sufre una revolución. Además de los problemas técnicos que genera la necesidad de captar el sonido, se añade la exigencia de reconvertir las salas, de escribir guiones. Todo ello fue un examen crucial para desarrollar el Star System. Muchos actores no lograron adaptarse. Entonces nace una generación de estrellas que viene del teatro y los musicales como Marlene Dietrich, Claudette Colbert, Gary Cooper, Clark Gable, Humphhrey Bobgart, y de grandes directores como Lubitsch, Capra, Hawks, Cukorr, Ford.
El cine sonoro coincide con el crack económico de 1929 y la Gran Depresión en los EE.UU.


Una película emblemática del período es: The Grapes of Wrath  Las uvas de la ira;  es una película estadounidense dirigida por John Ford basada en la novela del mismo nombre de John Steinbeck que había obtenido por ella el premio Pulitzer
La película fue realizada en una época, los 40, en la que el cine estadounidense tendía a evitar las películas de realismo social. La película es más optimista que la obra literaria en la que se basa.



Argumento

La historia es la de una familia de granjeros de Oklahoma, Tom(Henry Fonda) y Ma Joad(Jane Darwell)), ubicada en la década de los 30 que tras el crack del 29 son expulsados de su tierra y tienen que emigrar a California. Realizan un duro viaje en un Hudson"Super Six", pasando por diversas vicisitudes en lo que creían muy erróneamente que era el paraíso. Ver (https://es.wikipedia.org/wiki/The_Grapes_of_Wrath_(pel%C3%ADcula)

John Ford

Ver: https://www.biografiasyvidas.com/biografia/f/ford_john.htm
(Sean Aloysius O'Feeney; Cape Elizabeth, EE UU, 1895 - Palm Desert, id., 1973) Director de cine estadounidense. Miembro de una familia de emigrantes irlandeses, era el menor de trece hermanos. Su hermano Francis Ford, actor y director, fue quien le introdujo en el mundillo del cine, en el que recorrió todo el escalafón antes de trabajar como ayudante de David W. Griffith y Allan Dwan.

John Ford







En 1917 sustituyó a su hermano en la dirección de un western de corta duración. Ésta fue la primera de las ciento cincuenta películas que habría de dirigir, más de setenta de las cuales pertenecen al período del cine mudo. Sus trabajos más importantes de esta etapa fueron para la Universal: Straight ShootingMarked MenCaminos de desesperación.
A mediados de los años veinte inició su colaboración en exclusiva con el productor William Fox, resultado de la cual fueron títulos como El caballo de hierro (1924), que lo consagró como uno de los grandes directores estadounidenses, Tres hombres malos o El legado trágico, la primera de sus películas dedicadas a temas irlandeses, que obtuvo un gran éxito.
Con la irrupción del sonoro, el cine de Ford experimentó una evolución no ya en lo temático, donde siguió abordando con gran hondura psicológica temas como la forma de vida propiamente estadounidense (en películas corales como la trilogía protagonizada por Will Rogers) o el comportamiento del individuo frente a acontecimientos que lo desbordan (entre los que cabe encuadrar títulos como La patrulla perdida o La diligencia, de 1934 y 1935 respectivamente), sino en lo visual y narrativo, terreno en el que se hizo patente la influencia del expresionismo alemán y en el que Ford fue aumentando poco a poco el alcance de su cámara para introducir como elemento clave del filme el entorno paisajístico (en particular, el Monument Valley de Utah).


Fotogramas de La diligencia (1935)
El hombre tranquilo (1952)

Títulos destacados de las décadas de 1930 y 1940 fueron, amén de los citados, El delator (1935), por la que obtuvo su primer Oscar, El joven Lincoln (1939), Las uvas de la ira (1940), adaptación de la novela homónima de John Steinbeck que le supuso su segundo galardón de la Academia, Hombres intrépidos (1940) y Qué verde era mi valle (1941), retrato de una zona minera galesa y tercer Oscar para el director. Mención aparte merecen westerns como la trilogía dedicada a la caballería estadounidense (Fort Apache, 1948; La legión invencible, 1949; Río Grande, 1950), o Pasión de los fuertes (1946), centrada en el legendario tiroteo del OK Corral, que sentaron las bases del género y le valieron el beneplácito de crítica y público.
Además de contar siempre con un sólido elenco de secundarios (entre los que destacan nombres como los de Ward Bond o Walter Brennan), dos actores repitieron protagonismo en varios de estos títulos y se convirtieron en los rostros más característicos de su cine: Henry Fonda yJohn Wayne que en 1952 aparecería de nuevo en el reparto de una de las obras maestras del director, El hombre tranquilo (1952), la historia de un boxeador estadounidense que, acosado por el fantasma de un homicidio involuntario, regresa a su Irlanda natal, en un intento de huir de sí mismo.
Tras el cuarto Oscar obtenido por este último título, Ford se convirtió en una auténtica leyenda viva de la cinematografía de Estados Unidos, a la que continuó enriqueciendo con nuevos filmes de creciente depuración estilística y formal como Mogambo (1953), una especie de western ambientado en África y una de sus películas más populares, la obsesiva Centauros del desierto (1956) y otras dos nuevas obras maestras: Dos cabalgan juntos (1961) y El hombre que mató a Liberty Valance (1962), ambas protagonizadas por James Stewart. El año 1966 dirigió Siete mujeres, un filme rodado en su totalidad en estudio, que narra los últimos momentos de una misión estadounidense en China y con el cual se despidió de la profesión.

Solo para uso educativo.
Ver:  Arterama página 405