viernes, 5 de mayo de 2017

Gaudí: Ficha 6 Templo expiatorio de la Sagrada Familia.


Templo expiatorio de la Sagrada Familia.

En 1883, Gaudí con 32 años, acepta la propuesta de continuar con la construcción del Templo. Lo había iniciado con un perfil neogótico el Arquitecto Paula de Villar y había sido financiado hasta ese momento por diferentes donaciones de los fieles. Gaudí lo convertirá en la obra de su vida y va a utilizar la geometría para simular diferentes formas de la naturaleza. Todos los elementos surgen de cálculos profundos y siempre buscando mantener el simbolismo religioso.


Gaudí sostenía: “ se que el gusto personal de los arquitectos que me sucederán influirá en la obra, pero esto no me duele; creo que incluso beneficiará al Templo, marcará la variedad del tiempo dentro de la unidad del plano general” La verdad es que en 1936 un incendio destruye todos sus dibujos y notas quedando solo los modelos en yeso. En la actualidad con el avance de la informática permitieron  conocer sus leyes geométricas y continuar las obras según sus parámetros. Barcelona afirma que se culminará la obra en el 2026.


Ficha técnica:
Nombre: Templo expiatoria de la Sagrada Familia.
Arquitecto: Gaudí, Antoni. 1882-1926
Localización: Barcelona
Dimensiones: Naves y ábside 90 metro de largo, transepto 60m de largo, Nave central 15 metros de ancho.


Exterior
Edificio vertical presidido por 18 torres con una altura media de 100 metros rodeada de un gran claustro. Presenta tres fachadas grandes con cuatro torres campanario que estas dedicadas a los 12 apóstoles. Sobre el cimborrio la Torre de Jesucristo de 170 metros de altura y rodeándola la torre de la virgen sobre el ábside y las cuatro torres de los evangelios. Gaudí desarrolló  en los huecos ventanales calados con una pestañas inclinadas que contiene campanas tubulares.



Interior.
La planta es de cruz latina siguiendo  el modelo gótico.  Un cuerpo central de cinco naves, un transepto de tres naves con portadas en ambos extremos. El ábside con deambulatorio de siete capillas y cripta. Para Gaudí el interior del templo imita un bosque. Las columnas son troncos que se abren en ramas que sostienen copas frondosas. La luz de los ventanales se filtran a través de los árboles y en diferentes alturas. Las columnas inclinadas se ramifican con la finalidad de que las ramas sostengan la cubierta en diferentes puntos. Las bóvedas se sostienen en las ramificaciones por eso se prescinde de los contrafuertes exteriores. Con este planteamiento las cargas son divididas y desviadas hacia la base. Las bóvedas son superficies estrelladas con múltiples figuras geométricas donde la luz penetra hacia todo el recinto. Este tipo de trabajo se llama sistema arborescente y logra superar las limitaciones del Gótico. La idea de Gaudí era que el fiel al ingresar al Templo tuviese una visión unitaria desde la entrada hasta el fondo del ábside, con el altar mayor y el prebisterio.




Ver:
Arterama. Página 160






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